PSOE y PP coparon los cargos directivos y disfrutaban de tarjetas y créditos ventajosos. La entidad condonó a los partidos una deuda de 800.000 euros.
La gestión política de Caja Castilla-La Mancha dejó en la entidad un agujero de más de 3.000 millones, mientras sus consejeros aumentaban sus retribuciones hasta un 90% en cinco años, conseguían créditos por importe de 300.000 euros y manejaban tarjetas para gastos propios con saldos de 30.000. La Caja, resultado de la fusión de pequeñas cajas provinciales, nació tarde, sin arraigo, y se vio inmersa en proyectos faraónicos, mucho mayores que su capacidad y que la dejaron en una situación de quiebra técnica, cosa que obligó al Banco de España a intervenirla en marzo de 2009.
Su Consejo y el de sus filiales se copó de cargos políticos y afines a los partidos más representativos de la región, además de algún catedrático y de empresarios que representaban a diferentes colectivos.
También, según los datos recogidos por una denuncia del sindicato de Funcionarios Manos Limpias, los beneficios de la CCM se desplomaban casi un 90% mientras los miembros de su Consejo se aumentaban su sueldo por encima de los dos dígitos todos los años y elevaba un 10% los créditos a sus familiares. Además, seguían recibiendo los famosos bonus. Tras la deficiente gestión, el Banco de España puso sobre la mesa un informe demoledor, en el que se evidencian graves carencias y errores y un buen número de préstamos concedidos a personas vinculadas a CCM y sus filiales, además de un excesivo riesgo en sus inversiones inmobiliarias.
La caótica situación económica de la Caja llevó a condonar deudas a los partidos por más de 800.000 euros –siendo los beneficiados PSOE, IU y PP– ya que sólo 20 constructoras, entre ellas Metrovacesa, Gecina, Bami y Onde 2000 –la promotora de Francisco Hernando-, adeudasen a la entidad 3.136 millones.
El máximo responsable de esta situación fue el socialista Juan Pedro Hernández Moltó, presidente de la entidad durante 10 años y expedientado por el Banco de España, además de los miembros del Comité de Inversiones, un órgano no ejecutivo de apoyo al Consejo de Administración.
Los miembros de esta comisión pertenecían a los órganos de administración de entidades participadas por CCM, “algo incongruente con el grado de independencia que debería tener este órgano, más si se tiene en cuenta que cobraban de las sociedades participadas”.
Hernández Moltó, ex diputado, ex consejero, ex secretario general de los socialistas castellanomanchegos y ex concejal socialista, cobraba, según la denuncia del sindicato, 340.000 euros anuales en 2008, un año antes de la intervención.
En el consejo aparecían otros cuatro socialistas: el concejal de Albacete Federico Andrés Rodríguez; que ejercía como vicepresidente; el abogado socialista Ismael Cardo Castillejo; Florencio Fernández, alcalde de Urda (Toledo) y José Fernando Sánchez, y el ex consejero de Industria y Trabajo de la Junta y alcalde de Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
Cuando fue intervenida la Caja, también aparecían cuatro consejeros del PP. Germán Chamón, concejal en Altarejos (Cuenca) y Tomás Martín-Peñato, parlamentario europeo, que fueron expedientados por Génova por negarse a abandonar la entidad. Los otros dos eran la senadora y alcaldesa de Rosa María Romero Sánchez y Emilio Sanz, nombrado por el PP.
Mientras, en el consejo de administración de CCM Corporación estuvo el rector honorario de la Universidad de Castilla-La Mancha, Luis Arroyo Zapatero, que también es primo hermano del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, además de otros representantes políticos.
También estaba Petra Mateos, presidenta de Telecom Castilla-La Mancha y ex directora general del Gabinete del Ministerio de Economía y Hacienda cuando Miguel Boyer era ministro.
Además, estuvieron presentes en el Consejo de la Corporación los socialistas Manuel Sánchez Pingarrón y Sánchez Bódalo.
Además, entre los miembros del consejo de CCM Corporación estaba Ignacio López del Hierro, marido de la presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, que fue consejero entre febrero de 2008 y abril de 2009. López del Hierro también fue consejero en CCM Finance, la filial de la Caja dedicada a las preferentes. Abandonó su cargo en 2009.
Las decisiones inversoras de CCM Corporación fueron duramente cuestionadas por el Banco de España por sus resultados y porque no fueron tomadas con la intervención de los órganos correspondientes de CCM.
Fuente: www.intereconomia.com
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