La juez Coro Cillán las admitió a trámite, pero han quedado paralizadas. Manos Limpias considera que son “esenciales”. El sindicato pide, entre otras, la declaración del ex director del CNI, Jorge Dezcallar.
El pasado 10 de febrero la sección 17 de la Audiencia Provincial de Madrid determinaba dar carpetazo al 11-M. Consideraba el tribunal el archivo de la causa al ser “cosa juzgada”. Nada por lo que seguir investigando y menos aún retomar las pesquisas de un caso que ya quedó zanjado en la Audiencia Nacional.
No obstante, la decisión no impidió que las partes personadas en el caso siguieran clamando por esclarecer uno de los hechos más sangrientos y oscuros que han determinado la reciente historia de nuestro país. Desde ese mismo día, las acusaciones se afanan en mantener un caso que, a instancias de la juez Coro Cillán, ha sobrevivido a fuerza de salvar todo tipo de obstáculos. mediáticos y políticos; sociales y judiciales.
En el rosario de nuevas diligencias y recursos que están llegando al Juzgado de Instrucción número 43 de plaza de Castilla se enmarca la última iniciativa legal propuesta por Manos Limpias. El sindicato, a partir de un escrito presentado hace unos días en el tribunal, solicita a la magistrada “la práctica de diversas diligencias de pruebas encaminadas a determinar la naturaleza y circunstancias de los hechos denunciados en anteriores querellas, como quiera que algunas se están retrasando por distintos motivos”. En última instancia, el objetivo de Manos Limpias es que la juez del 11-M no cese, como propuso la Audiencia Provincial, en su trabajo de seguir investigando nuevas pruebas, y que retome las investigaciones pendientes. Existen razones y resquicios legales.
Para Manos Limpias aún quedan pendientes pruebas determinantes, propuestas en su día, y que por distintos motivos han quedado aparcadas: las declaraciones de los Tedax destinados durante el día de los terribles atentados en la Brigada Provincial de Madrid; los Tedax de Guipúzcoa con sede en el cuartel de Intxaurrondo, activos durante la mañana de los atentados, pero cuyos informes nunca trascendieron porque recibieron la orden de parar la investigación.
Directivos de Renfe
El sindicato de funcionarios solicita también las declaraciones de varios funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y guardias civiles; la Comisaría General de Policía con sede en Canillas, donde prestaba sus servicios el principal imputado, el jefe de los artificieros Juan Jesús Sánchez Manzano, e imputado por los delitos de falso testimonio, omisión del deber de perseguir delitos y encubrimiento; representantes y altos directivos de Renfe y Cercanías; y un catedrático de la Escuela Superior de Minas de la Universidad Politécnica de Madrid.
Toda una retahíla de testigos y partes involucradas, de manera más o menos directa, en las decisiones adoptadas durante esa jornada y en los días inmediatamente posteriores.
Como piezas fundamentales, el sindicato solicita a Coro Cillán que declare igualmente uno de los testigos protegidos del caso, ex guardia civil y miembro del CNI, que en los meses anteriores al atroz atentado investigó contactos en Melilla entre mandos de la Benemérita y un etarra.
Posteriormente, el terrorista, según constató el agente, se entrevistó con miembros salafistas en dos ciudades de Marruecos. Días después cruzaban el estrecho. Por el mismo motivo, Manos Limpias solicita la declaración del ex director del Centro Nacional de Inteligencia y actual embajador en Washington, Jorge Dezcallar.
El sindicato de funcionarios propuso también hace algunos días que Renfe-Adif facilitase al Juzgado toda la documentación del vagón número 011R, componente del convoy de trenes que explotó en las inmediaciones de la calle Téllez y que se mantuvo oculto durante todos estos años en las cocheras de Villaverde (Madrid), como reveló LA GACETA. “Un foco que pudo proporcionar muchas pruebas”, revelaron los peritos.
Los letrados Bernardo Monfort y José Luis Abascal consideraron en su momento que el archivo de la causa “no afecta” a su querella contra el jefe de los Tedax puesto que “cuando se recurrió la decisión de Cillán (de aceptar la demanda), Manos Limpias ni siquiera se había personado en la causa”. Los abogados argumentan que su demanda es ajena al archivo de la de terceras acusaciones, como la que interpuso la Asociación de Víctimas del 11-M y sobre la que decidió la Audiencia Provincial.
El asunto Sánchez Manzano, no es cosa juzgada
Hace unos días el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, afirmó que la causa contra el jefe de Tedax durante el atentado del 11-M, Juan Jesús Sánchez Manzano no tiene el valor de cosa juzgada. Esto significa que cualquier prueba nueva que aparezca y que se interese sobre estos hechos debe ser admitida y practicada por el juez correspondiente. De ahí, que aunque la Audiencia Provincial de Madrid dictara un auto tirando por tierra la instrucción realizada por la magistrada Coro Cillán no significa, de momento, que suponga un punto y final.
Cierto es, que de los tres presuntos delitos de los que se acusaba a Sánchez Manzano –falso testimonio, omisión del deber de perseguir delitos y encubrimiento– la Audiencia de Madrid sólo se refiere a dos ellos, dejando de lado el de falso testimonio. Fuentes jurídicas consultadas por este diario sostienen que esta decisión puede ser un resquicio legal para interponer el preceptivo recurso ante la autoridad judicial competente.
Fuente: www.intereconomia.com
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